
Lo que yo practico no se llama arte, lo que yo hago no se llama deporte, lo que llaman entrenamiento yo lo llamo disciplina, la espada es un arma y su finalidad es la de matar, eso es algo que nunca hay que olvidar, una y otra vez, blande tu espada hasta que tus manos te duelan, hasta que la espada se haga a ti y tú te hagas a la espada hasta que el acero y tú os conozcáis mejor que nadie, hasta que solo quedéis tú y la espada, lo que yo practico no entiende de trofeos, no entiende de orgullo ni de gloria, si estás alegre, entrena, si estás triste, entrena, ya sea en la sombra o en la luz, entrena, cuando llegues a tu límite surgirá tu verdadero yo sin máscaras, sin lo que te rodea, sólo tú, sólo la espada, sólo el camino. Si no entiendes esto, si empiezas sin comprendedlo, no entres aquí, no pierdas el tiempo, márchate.
Fernández Jiménez Jesús